martes, 7 de mayo de 2013

LA MANIFESTACIÓN ARTÍSTICA


Módulo 2. Actividad 3                                   LA MANIFESTACIÓN ARTÍSTICA:
ELEMENTOS ESTRUCTURALES
Autor: Luis Gerardo Chávez Godínez
Al decir «obra de arte», ¿qué es lo primero que piensas? Es muy probable que tu mente asocie rápidamente la idea con una imagen, quizás con una pintura, porque te has acostumbrado a relacionar el arte con ese tipo de obras. Pero debes saber que, además de la pintura, el arte tiene muchas otras maneras de manifestarse. Aquí te proponemos la frase «manifestación artística», para que tu idea de lo que es una obra de arte se extienda no sólo a las obras visibles, palpables y duraderas como son la arquitectura, pintura, fotografía, cine, escultura, artesanías y demás, sino también hacia las formas inmateriales y efímeras como pueden ser la música,la danza, la literatura y el teatro.
La manifestación artística es un fenómeno que ocurre cuando alguien quiere expresar una emoción importante, sus sentimientos sobre la vida o su percepción de la realidad, y se da cuenta que las palabras ordinarias no son suficientes, que un discurso normal, digamos de tipo descriptivo o científico, no le deja satisfecho. El sentimiento que experimenta es tan potente, tan complejo y tan inefable, que necesita encontrar otras maneras de comunicarse. Las personas con esa necesidad de expresión pueden comenzar con trabajos preliminares, por ejemplo, una partitura musical o el demo que graba un compositor con su guitarra el guión de una película, el borrador de un poema sobre un pedazo de papel, la maqueta de un edificio, los moldes de un escultor o de un artesano, los bocetos de un dibujante, la placa de un grabador, el negativo de una fotografía, los ensayos para la danza o el teatro. Estas obras ya son manifestaciones artísticas, son preparaciones, productos anticipados; pero todavía no se les puede llamar obras de arte, sino hasta el momento en que están completamente elaboradas y listas para ser exhibidas al público. Una «obra de arte» que se da por terminada y se presenta ante los demás, también es una «manifestación artística». Así que podemos utilizar indistintamente ambos términos para referirnos al arte producido en condiciones para ser expuesto a la luz pública, no importa si de momento, por alguna circunstancia especial, se hubiera quedado “guardado” y nadie lo haya visto todavía.
TIPOS DE MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS
ARTES VISUALES O ESPACIALES:   Dibujo  Pintura  Fotografía  Grabado Escultura Artesanía  Arquitectura
ARTES AUDITIVAS O TEMPORALES: Música  Literatura
ARTES ESCENICAS O AUDIOVISUALES: Teatro  Danza  Ópera  Musicales  Cine Video
Como puedes darte cuenta, algunas manifestaciones del arte se pueden expresar en el espacio, son aquellas que se perciben con la vista, a veces también con el tacto (aunque en los museos no te dejen tocarlas). Hay otras que se expresan en el tiempo, las que se perciben con el oído; y, aunque son intangibles, tienen un gran poder de penetración (no puedes dejar de escuchar ciertas formas musicales, ruidos y discursos a tu alrededor, aunque te desagraden). Y claro, también existen manifestaciones que combinan las dos formas de expresión, en el tiempo y en el espacio, las cuales pueden ser escénicas o audiovisuales. Se supone que tienen mayor dificultad en su percepción, dado que exigen la coordinación de tus sentidos visual y auditivo. Sin embargo, seguramente has aprendido desde muy pequeño a entender la comunicación audiovisual, ya que siempre has tenido a tu alcance muchas expresiones que la utilizan (ya sean artísticas o no), tales como los programas de televisión, incluidos los comerciales, los dibujos animados, los clips musicales, los videos por Internet, los videojuegos y demás.
A final de cuentas, toda manifestación artística, ya sea que la puedas ver o no, aun cuando tan sólo la puedas escuchar, no deja de ser una entidad física compuesta de materia y de energía (como todo lo que hay en nuestro mundo). Casi siempre son obras únicas y originales, pero se pueden replicar con mayor o menor facilidad, dependiendo del caso. Por ejemplo, de una fotografía, de un grabado (o estampa), de una grabación musical, de un video o de una película se pueden hacer infinidad de copias (por cierto, di “no” a la piratería). En cambio, de una pintura o escultura, de un edificio arquitectónico, de un concierto en vivo o de una obra de teatro o de danza, ya no es tan sencillo. De hecho, sí se pueden hacer copias, o mejor dicho, se pueden repetir las obras; pero siempre ocurren variaciones a la hora de la hora, pues intervienen muchos factores durante la creación, que hacen difícil poder reproducirlas idénticamente.
De aquí puedes deducir otra gran división en cuanto a los tipos de arte. Hay obras creadas individualmente, donde una sola persona es capaz de realizarla de principio a fin, pero existen artes colectivas, donde necesariamente el o los artistas (pudiera ser una sola persona, o varias, quien planee y diseñe la manifestación) tienen que organizar un equipo de colaboradores, intérpretes o técnicos. El ejemplo típico son las artes escénicas o audiovisuales, donde la idea creativa puede salir de una sola persona, un dramaturgo o un guionista:, pero de ahí comienza a incorporarse mucha gente, desde un productor encargado de obtener los recursos y organizar el proyecto, diversos artistas como el director, el escenógrafo, el coreógrafo, el músico, el fotógrafo; intérpretes como son los actores, cantantes o bailarines; colaboradores técnicos, como el iluminador; el maquillista, el encargado de vestuario, el de efectos especiales, el sonidista, el camarógrafo y otros más.
ELEMENTOS ESTRUCTURALES
Observa a tu alrededor, todo lo que existe, ya sea natural o artificial, está estructurado. ¿Qué cosa es una estructura? Un todo compuesto de partes que se relacionan entre sí. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, nuestro mundo está hecho de estructuras. Por ejemplo, un átomo es una pequeña estructura compuesta de un núcleo donde conviven protones y neutrones, los cuáles se relacionan con otras partículas llamadas electrones que giran a su alrededor. El planeta Tierra es una estructura compleja formada por un núcleo incandescente, un sustrato mineral que integra capas a su alrededor; un nivel externo llamado biosfera, donde emergen los continentes y los océanos, y una capa exterior compuesta de gases llamada atmósfera.
El ser humano está acostumbrado a este universo de estructuras armoniosas y organizadas. Cuando una estructura se desintegra sufrimos tremendas angustias: No te gusta que se desgasten tus zapatos, que se seque el arbolito que plantaste, se descomponga la televisión, se muera una persona querida, se derrumbe el edificio donde vives por un terremoto. Y es que el caos, la falta de estructura, es una amenaza que nos asusta. Para evadir ese miedo, andamos todo el tiempo en busca de las formas estructuradas. Tu mente pocas veces descansa, si no existe la estructura, la inventas. Si está inconclusa o dañada, tratas de completarla o la quieres reparar. Te sientes frustrado si te quitan el i-pod donde estabas escuchando una canción nueva que te gustó. Si alguien te cuenta un chisme a medias, te enojas. Si se va la luz a mitad de tu programa favorito te quieres morir. Lo que pasa es que estabas asimilando mentalmente las estructuras de aquella canción, de aquél chisme o de aquel programa; y ahora no te va a quedar más remedio que usar la imaginación o investigar por otro lado para completar lo que faltó (es decir, trabajar. Qué flojera, ¿no?). Este tipo de frustraciones han ocurrido siempre en la historia de la humanidad. Los seres humanos, por lo común, estamos insatisfechos con las estructuras que nos presenta la vida. Por eso construimos cosas, tratamos de cambiar las estructuras a nuestro gusto, o elaboramos nuevas estructuras que nos complazcan, que nos hagan sentir mejor. Muchas de esas formas artificiales que el ser humano ha creado son las que reciben el nombre de manifestaciones artísticas.
¿Qué se necesita para que una estructura se pueda considerar artística? Esta pregunta es muy delicada y difícil. Para darte una respuesta simple, la estructura artística necesita de magia. Si esto suena poco científico, lo sentimos. El arte es poco científico, pero tampoco está peleado con la ciencia. De hecho, las manifestaciones artísticas se han estudiado mucho científicamente, y los resultados han sido fructíferos, porque ayudan a comprender algunos aspectos de su naturaleza. Pero la magia del arte requiere de algo más que del análisis racional. Es como si, para comprender a la cebolla, para entender su efecto ambiguamente apetitoso y repulsivo, vas quitando las capas una por una, finalmente llegas al centro y en el centro no hay nada. Pero al menos has descubierto cómo se intercalan las capas de la cebolla, cuál es su color y su textura, y también has aprendido la experiencia de llorar por causa de las sustancias picantes que desprende la cebolla a la hora en que la estás despedazando.
¿Pero entonces, en qué consiste la magia? Es un efecto misterioso, envolvente y seductor que produce la obra en su conjunto. ¿Podemos saber más o menos de donde proviene ese efecto? Algunos artistas y científicos han investigado la cuestión.Leonardo da Vinci, por ejemplo, en su estudio sobre las proporciones de la figura humana, descubre que la estructura del cuerpo resulta armoniosa y embriagadora para los sentidos del que la contempla debido a que se ajusta a un principio geométrico, llamado la sección áurea. Sin entrar en detalles, los elementos de la estructura corporal, cabeza, torso y extremidades, están relacionados los unos con los otros, tanto en posición como en tamaño. De tal manera que existen valores numéricos exactos en las mediciones comparativas; y si la figura corporal se sale de esos patrones, la sensación que producen a la vista es desarmonía y deformidad. Imagínate el cuerpo de un enano, el de un travesti con polio o el de un mutante con cabeza cuadrada y cinco extremidades torcidas en posición de tarántula. Al margen de la compasión o de la simpatía que pueden despertar esas imágenes, estarás de acuerdo en que no son estructuras precisamente seductoras. Por eso quizás los artistas prefieren representar figuras humanas “normales”, que cumplan con las reglas de la proporción. Aunque no siempre sucede así.
Esto de la estructura bien proporcionada se extiende a otras estructuras artísticas no-humanas, como en la arquitectura o cualquiera otra de las artes visuales. Esto es, cuando no aparecen figuras humanas en la obra, según parece, los creadores aprenden las reglas o instintivamente expresan sus composiciones buscando un efecto armonioso. Lo mismo sucede en las artes auditivas y audiovisuales, donde se consigue dicho efecto mediante el cuidado de la melodía, del ritmo o la dosificación de los signos (informaciones) que se proporcionarán al espectador a través del avance temporal de la manifestación. Existe mayor armonía y una sensación más grata si te cuentan una historia, ya sea en una novela, una película o una obra de teatro de manera organizada y coherente. Es muy desagradable si te sueltan pistas falsas, te presentan personajes o sub-tramas que se quedan sin desarrollar. Por ejemplo, en una obra de suspenso, resulta que el héroe tenía una amiga que parecía que era traidora porque hacía cosas a sus espaldas. Y uno piensa que es aliada de sus enemigos; pero de repente deja de aparecer, sin ninguna explicación. El espectador se queda frustrado al no saber qué pasó con ella, cuál era su papel o para qué la pusieron en la obra.
Y aquí surge otro aspecto importante, que sin duda también es responsable de la magia: La manifestación artística debe estar bien organizada en su interior. Debe funcionar perfectamente y de manera creíble. La obra realizada por el artista tiene que ser como un universo en pequeño, o un pedazo de realidad, parecido al mundo que conoces; o quizás no tan parecido, tal vez como un sueño, o como una pesadilla. En todo caso, debe tener su lógica interna, para que te lo creas, te identifiques con él y te sientas atrapado o interesado de estarlo contemplando.
Toma en cuenta el hecho de que tú, como espectador del mundo o como espectador del arte, tienes que trabajar mentalmente para poderlos comprender.
Observa que tu mente casi nunca descansa. Lo más común es que estés ansioso por buscar el orden y el significado, la razón de las cosas. El arte es una oportunidad increíble para que desarrolles tu capacidad de prestar atención, de anticiparte a los hechos futuros, de extraer conclusiones y de construir un todo a partir de las piezas que lo componen; sensación que habrás experimentado seguramente cuando te involucras en un reto o un juego complicado. Por ejemplo, cuando intentas resolver un rompecabezas, cuando tratas de ganar una partida de ajedrez o cuando pasas a niveles más complejos, desconocidos, en algún videojuego como el «Príncipe de Persia». Los artistas conocen esa necesidad de tu mente, y se valen de ello para hechizarte, por eso utilizan la regla de construir estructuras coherentes y cargadas de múltiples significados.
Pero las reglas también pueden romperse, sobre todo en el arte. Y entonces, ¿será posible que aparezca la magia sin que se cumplan las reglas de la armonía y la perfección de la estructura? ¿Existe acaso un arte del caos y de la estructura descompuesta? Eso tendrás que responderlo tú. La magia es tan misteriosa que puede provocar su hechizo en el lugar que menos piensas y cuando menos te lo esperas.
Sea como fuere, la estructura artística dispone de ciertos componentes o elementos a los que no puede escapar: el lenguaje, formas diversas para cada tipo de arte, materia prima con que se elabora la obra, así como las técnicas, recursos o procedimientos para la realización de la misma. Componentes opcionales, de los que en cierto momento más o menos se puede prescindir, son la temática, mensaje o contenido de la obra, y la narración, personajes y acontecimientos que son relatados. Sin embargo, resulta riesgoso dejar de utilizarlos, porque la manifestación, sobre todo en ciertas artes, puede perder gran parte de su poder de seducción.

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